martes, 15 de febrero de 2011

El primer helicóptero UVI nocturno


larazón.es- España
Los servicios de Urgencias de Castilla- La Mancha se completan con una red de 225 helisuperficies. Un nuevo sistema de control permite volar con seguridad en ausencia de luz

Hace tiempo, a la estampa «tipical spanish» de los toros de las carreteras, las plazas de toros y los molinos de don Quijote, se añadieron las helisuperficies para asistencia médica. Esta imagen conlleva para Castilla-La Mancha la conexión permanente entre hospitales y centros urbanos por ambulancia, pero también por helicóptero. La comunidad autónoma es, de momento, la única que realiza vuelos de salvamento nocturnos con dos de sus cuatro helicópteros, los de la base de Cuenca y Toledo.

«Son UVI que van por el aire. La persona se salva, en primer lugar, en el sitio en el que se produce la urgencia», explica Antonio Álvarez Rello, gerente de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

Pues bien, estas UVI volantes de Cuenca y Toledo han realizado 400 intervenciones en horario nocturno desde que empezaron el servicio en 2006. Para completar la asistencia por ambulancia y asegurar que el tiempo transcurrido es siempre menor a media hora, es necesario contar con zonas de aterrizaje o helisuperficies. Para el mes de julio, habrá en toda la región (Albacete, Ciudad Real y Guadalajara, además de Cuenca y Toledo) 225 áreas de maniobra, 121 nuevas y el resto adaptadas para poder ser operativas las 24 horas.

Sistema redundante
Volar de día o de noche no es igual, y coordinar desde un centro único tanto ambulancias como helicópteros es el gran reto de esta ampliación. Con un presupuesto de 13 millones de euros, la empresa tecnológica Indra se ha encargado de los sistemas de seguridad y señalización aeronáutica y de la modernización de los sistemas de visión nocturna. Cada piloto va equipado con gafas, que amplifican la luz hasta 35.000 veces y cada helipuerto contará con balizas especiales que no deslumbran.

El sistema de comunicación también se duplica. Desde el centro de control si el sanitario dictamina que es necesario llegar hasta el enfermo en helicóptero, los meteorólogos del Sescam estudian en tiempo real si las condiciones ambientales son aptas durante la travesía y el aterrizaje.

Desde aquí se encienden las balizas del helipuerto más cercano y las dos cámaras de televisión para ver el estado del sitio. Si hay algún vehículo se puede avisar a los conductores por megafonía para que se retire del área de llegada. Además, 25 sensores de rayos en cada área pueden originar que se desvíe el aparato hacia rutas más seguras.

Por último, un pasillo de 30 metros de ancho conecta los helicópteros con las ambulancias a pie de pista. «Existe la posibilidad de ir encendiendo las balizas de las helisuperficies por las que va pasando el aparato. Sería una forma de confirmación visual», en palabras de Julián Díez, jefe de Proyecto de Tráfico Vial y Marítimo de Indra.

Tecnología calificada como altamente redundante para que los ciudadanos, desde cualquier punto de las cinco provincias manchegas, disfruten de un servicio médico rápido y accesible.

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