miércoles, 3 de noviembre de 2010

«Entradas, horarios... la gente llama para las cosas más peregrinas»


Ignacio R. Maimón Jefe del CECOP SOS Rioja
larioja.com

Nadie mejor que José Ignacio Rodríguez Maimón puede dar testimonio de la evolución del teléfono de emergencias en La Rioja hasta convertirse en el actual 112. Antes en Protección Civil, y ahora en SOS Rioja, Nacho, como le llaman todos, saca pecho del servicio que prestan y de cómo se están haciendo las cosas.

-1-1-2... ¿Hay alguien que no conozca el teléfono único de urgencias tras más de una década de servicio?
-Desde que se aprobó la constitución del centro en el 1997 hemos pasado de atender 50.000 llamadas en aquel primer año a casi 400.000 durante el pasado 2009. Para ello hemos contado con un gran aliado como sería la telefonía móvil... En cualquier caso, hay que seguir insistiendo a quienes llegan, a los más pequeños, y no hablándoles del 112 sino del 'uno-uno-dos' para que ya desde niños se familiaricen con él.

-De las 396.189 llamadas atendidas el pasado 2009, sólo 115.558 acabaron en intervención... ¿Quiere decir eso que hacemos un mal uso (o abuso) del servicio?
-El que sólo algo más del 25% de las llamadas recibidas acaben en parte, incluyendo las informativas, quiere decir que al 75% restante hay que explicarles que su motivo de llamada al 112 no es procedente... Bastaría aplicar cierto sentido común; aunque el que quiere llamar, llama. Que si pidiendo entradas para el Bretón, que si a qué hora empieza el Logroñés, que por qué no avanza la cola del paro... La gente llama para las cosas más peregrinas.

-Si no hay mala intención, quizás se deba a que equivocadamente pensamos que el 112 es un teléfono para todo...
-Posiblemente, pero no será porque no se haya publicitado como teléfono de emergencias. Con las casi 285.000 llamadas improcedentes anuales hacemos una labor educativa informándoles de que el 112 no es el servicio al que deben dirigirse, aunque siempre hay lugar a la picaresca: no tengo saldo, me he quedado tirado con el coche y, por favor, llamen a mi seguro... ahí es donde entra en juego la experiencia del teleoperador.

-Y a la picaresca se le sumarán no pocas bromas...
-Hay menos con el contestador, donde entran las llamadas sin identificar, aunque las sigue habiendo... Pese a todo, al bromista, a la segunda pregunta, se le suele pillar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario