martes, 6 de julio de 2010

[NOTICIA] Detenido un joven en Calahorra por el aviso de una falsa bomba en la plaza del Raso


LA RIOJA .COM, Calahorra

Detenido un joven por el aviso de una falsa bomba en la plaza del Raso. El autor de la llamada alertó a SOS Rioja desde una cabina, pero fue grabado por cámaras de vigilancia

Las fuerzas de seguridad no están para bromas. De hecho, caer en la tentación de bromear con una falsa alarma está penado con hasta un año de prisión. Precisamente, a esta condena se puede enfrentar un joven calagurritano que fue detenido recientemente por la Policía Local por avisar falsamente de la existencia de un aparato explosivo.

Según el informe policial, el detenido, J. J. G. M, realizó una llamada telefónica a SOS Rioja, en la que haciéndose pasar por un miembro de la banda terrorista ETA alertaba de la existencia de un coche bomba en la plaza del Raso. SOS Rioja puso en conocimiento de la Policía la llamada y rápidamente se activó el protocolo de actuación, junto con un dispositivo de la Guardia Civil, para este tipo de sucesos.

Ante una posible deflagración, ambos cuerpos acordonaron la zona, impidiendo el acceso a personas y vehículos, a la vez que realizaban comprobaciones sobre los vehículos allí aparcados en busca de alguno sospechoso de contener explosivos. Sin embargo, al no obtener ningún resultado, se procedió a levantar el dispositivo.

El presunto autor de los hechos pudo ser detenido gracias a las imágenes captadas por varias de las cámaras de vigilancia instaladas por el Ayuntamiento de Calahorra, en el centro de la ciudad.
Según fuentes policiales, J. J. G. M. llamó a la central de SOS Rioja desde una cabina de teléfono localizada en el paseo de Mercadal. Las cámaras registraron también a la misma persona, momentos después, en la plaza del Raso, a donde probablemente se dirigió para ser testigo del dispositivo desplegado por los efectivos.

«Conocido por la Policía»
Tras visionar las grabaciones, los agentes comprobaron que se trataba de «un joven conocido de esta Policía» se informa desde la Jefatura de Calahorra. Una vez que fue localizado se procedió a su detención y se le puso a disposición judicial. En su declaración, el detenido «reconoció que fue él el autor de la llamada y que en ese momento no era consciente de las consecuencias de la misma».

El delito cometido por este vecino calagurritano está recogido en el capítulo de Desórdenes Públicos, artículo 561. En estos supuestos, el Código Penal contempla que quien «con ánimo de atentar contra la paz pública, afirme falsamente de la existencia de aparatos explosivos u otros que puedan causar el mismo efecto, o de sustancias químicas, biológicas o tóxicas que puedan causar daño a la salud, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses, atendida la alarma o alteración del orden efectivamente producida».

No es la primera ocasión que Calahorra se pone en alerta ante un aviso de bomba. La última vez fue el 21 de marzo del 2008, pero entonces el peligro era real. La amenaza, procedente de ETA, se cumplió con un coche-bomba contra el Cuartel de la Guardia Civil

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