SUR.ES. MÁLAGALa unidad de cuidados críticos elabora un plan para las personas que precisen reanimación en las instalaciones del hospital
11 desfibriladores semiautomáticos y 22 manuales forman parte del material que el Clínico tiene para prestar una reanimación cardiopulmonar a cualquier persona que sufra una parada cardiorrespiratoria dentro de las dependencias del hospital.
Atender de forma inmediata a una persona que sufre una parada cardiorrespiratoria es clave para salvarle la vida. Actuar con rapidez supone en esos casos un aval para el paciente.
La unidad de gestión clínica de cuidados críticos y urgencias del Hospital Clínico Universitario ha preparado un plan, que empezará a funcionar a primeros de julio, para ofrecer una respuesta en menos de un minuto a cualquier ciudadano que precise reanimación cardiopulmonar tras haber entrada en parada en algún punto del Hospital Clínico -incluido el Hospital Marítimo de Torremolinos y el centro de alta resolución de especialidades San José Obrero (Barbarela)-.
La jefa del servicio de cuidados críticos y urgencias del Clínico, María Victoria de la Torre, explicó a este periódico que los objetivos del plan son aumentar la supervivencia de los pacientes y disminuir las secuelas provocadas por la parada cardiorrespiratoria. Para ello, se ha fijado un protocolo asistencial que da respuesta al enfermo en menos de un minuto, mediante un trabajo coordinado de médicos, enfermeros, celadores y telefonistas.
En primer lugar, se activa un código telefónico de alerta que pone en marcha la denominada cadena de supervivencia. Seguidamente, se moviliza el equipo de soporte vital avanzado, que continúa con las maniobras y técnicas para reanimar al paciente. El hospital ha comprado equipamiento para ofrecer una mejor asistencia en esos casos. Así, dispone de once desfibriladores semiautomáticos y veintidós manuales. Están situados en las salas de hospitalización y las consultas, junto a 48 carros para el almacenamiento del material necesario. Esos carros se llevan al lugar donde el enfermo ha sufrido la parada.
Para el manejo de los desfibriladores y la puesta en marcha de los protocolos intrahospitalarios de rápida asistencia se han organizado talleres formativos dirigidos a los profesionales con la finalidad de que mejoren y amplíen continuamente sus conocimientos en técnicas de reanimación cardiopulmonar. Los cinco minutos posteriores a una parada cardiorrespiratoria son fundamentales para conseguir la supervivencia de la persona que la padece, ya que en ese tiempo la falta de oxígeno y sangre en el cerebro puede causar daños irreversibles e incluso la muerte.
Por otro lado, hoy comenzarán en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga el XLV Congreso de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, así como el XXXVI Congreso de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias. En total, hay unos 2.000 participantes.
La doctora De la Torre, presidenta del comité organizador del congreso, señaló que «la especialidad de medicina intensiva y crítica se caracteriza por un interés constante en la innovación en el campo diagnóstico y terapéutico para acercar a la vida a los enfermos críticos en condiciones óptimas, sin olvidar la habilidad de aliviar el sufrimiento del paciente y de su entorno».
El servicio de medicina intensiva, cuidados críticos y urgencias del Clínico celebra su veinticinco aniversario. Empezó en 1985 en el antiguo Hospital Civil con seis camas y ocho médicos. Ahora hay 18 camas (en breve tendrá tres más) y 15 médicos especialistas, cinco médicos en formación, 35 enfermeros, 15 auxiliares de enfermería, un administrativo y cuatro celadores. El número de ingresos se ha triplicado. El año pasado se atendió a 1.500 pacientes.
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