
ELTIEMPO.COM - FABIÁN FORERO BARÓN - BOGOTA- COLUMBIA
Esta mujer llevaba seis meses encerrada en su cuarto. El grupo de salud mental acudió al llamado.
EL TIEMPO acompañó en un turno al equipo médico que atiende las emergencias de tipo psiquiátrico.
La ambulancia 5765, uno de los dos vehículos con los que cuenta el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue) para atender a los pacientes psiquiátricos de la ciudad, atraviesa -presurosa- las calles del barrio Vitelma, en Fontibón.
El caso suena sencillo: "Mujer, 32 años, cuadro depresivo, ausencia de sueño", es el reporte que desde la central -ubicada en la calle 13 con 32 (sede de la Secretaría de Salud)- le es entregado a Nohora Vargas, psiquiatra con más de 12 años de experiencia en la atención clínica de este tipo de casos.
Puertas para adentro se escucha un llanto femenino, que resulta desgarrador, si se tiene en cuenta que cae sobre la capital un fuerte aguacero.
Son las 3:45 de la tarde. Los vecinos están asomados en las ventanas expectantes de lo que pueda suceder, saben, de antemano, que el vehículo blanco que se acaba de parquear viene por aquella mujer que, de unos meses para acá, les quita el sueño a punta de alaridos. "Se para en la terraza y grita: 'Dios me va a salvar, yo no estoy loca"' , cuenta, apenada, una residente.
Este es el primer caso de esta tarde gris. El equipo, además de la doctora Vargas, está compuesto por Hawer Pineda, enfermero, de 33 años y por el conductor de la ambulancia, Cristian Mancipe, de 24.
Este último tiene claro que los servicios se pueden complicar de un momento a otro. Sus palabras cobran validez, pues el propietario de la casa donde se encuentra la paciente sale como una exhalación y la emprende contra Cristian. "Sálgase señor o cree que estoy pintado", dice el ciudadano, mientras adopta la posición de los boxeadores antes del primer golpe.
Lo único que le preocupa a Cristian es la suerte de sus compañeros que están adentro con la mujer y con la mamá de ella, quien fue la que llamó la ambulancia, alarmada porque su hija llevaba varios días sin dormir, hablaba sola y permanecía días enteros sin probar alimento. El conductor, que también es enfermero, trata de conciliar con el dueño del predio y luego le cuenta al periodista que este tipo de agresiones contra la misión médica son comunes. "La gente no entiende que cumplimos un servicio social. Lo nuestro es salvar vidas", dice, al termino del tropel.
A los pocos minutos sale la doctora Vargas y Hawer, en compañía de la mujer, que llora desconsolada, trae el pelo desordenado y le suplica a su mamá que no se la lleven para un sanatorio.
"Lo mejor es que la traten en un sitio. Lleva seis meses aislada en su habitación y eso no es normal", explica la psiquiatra.
El equipo de la ambulancia 5765 puede atender hasta cuatro casos en un turno de 12 horas.
La mujer deja de llorar y el vehículo avanza hacia el Hospital Santa Clara, donde la paciente será recluida. Ahora, la 5765 está alerta a un nuevo llamado de la central...
La ciudad salida de sus cabales...
"Una vez atendimos a un paciente esquizofrénico que nos amenazó con un cuchillo", cuenta Hawer. Cristian dice que lo más duro es que no se sabe con qué se van a encontrar: "Un día puede ser un tipo dócil, el otro, uno que quiere volar su casa".
Depresiones, lo que más atienden
La ambulancia de salud mental del Crue atiende a pacientes que se salen de control. La mayoría por depresiones fuertes y episodios sicóticos con ideas delirantes y místicas.
FABIÁN FORERO BARÓN
REDACTOR DE EL TIEMPO
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