viernes, 21 de enero de 2011

La UE pone freno al turismo sanitario, que supone un gasto de 50 millones de euros


LASPROVINCIAS.ES- ESPAÑA

La atención sanitaria a los turistas en el año 2008 costó 210 millones a la Comunitat. De esa cantidad, 45,6 millones los generó la atención a visitantes extranjeros; el resto correspondió a los servicios prestados a turistas nacionales.
Recuperación del gasto. Las autoridades sanitarias aseguran que el coste de las ambulancias y de los medicamentos que se administran a los turistas extranjeros no se recupera nunca.

Reclamación. El conseller de Sanidad reivindicó ayer que cualquier normativa sobre este asunto debe estar «bien regulada» para alcanzar la compensación real y eficaz» del gasto que supone la atención médica..El pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer definitivamente la nueva norma comunitaria cuyo objetivo es acotar los derechos de los pacientes que viajan para recibir tratamiento en otro Estado miembro y evitar así que se ponga en riesgo la sostenibilidad financiera de los sistemas sanitarios nacionales.

La nueva directiva, planteada con el objetivo de limitar el popularmente conocido como 'turismo sanitario' tendrá una importante repercusión en la Comunitat, territorio que cada año afronta un gasto medio de 200 millones en atención sanitaria a turistas. De esa cantidad, conforme a los datos de 2008, cerca de 50 millones -46,5- se derivan de la atención a visitantes extranjeros. El resto lo generan los visitantes nacionales, según datos de la Conselleria de Sanidad.

Ante la realidad que afronta la Comunitat y la decisión adoptada por el Parlamento Europeo, el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, reclamó ayer el «máximo rigor para lograr una compensación real y eficiente» del turismo sanitario, que supone para la Comunitat «un gasto de 200 millones de euros».

La «preocupación» para el territorio valenciano se fundamenta en su condición de «receptor de turistas que pasan por aquí y hacen uso del gasto de las instituciones sanitarias», tal como apuntó Cervera. El conseller consideró que cualquier norma que se apruebe en el ámbito de la movilidad sanitaria de los ciudadanos europeos «tiene que estar bien regulada».

Hasta ahora los acuerdos con la UE permiten compensar la residencia de europeos en la Comunitat con una facturación bidireccional. Sin embargo, tal como explicó Cervera, esta medida «deja fuera el tratamiento en urgencias, las consultas externas, la farmacia y el transporte sanitario».

No era la primera vez que este departamento del Consell llamaba la atención sobre esta circunstancia. A finales de 2009 la Conselleria de Sanidad ya se refirió a la misma. En ese momento destacó que la millonaria factura que generan los turistas extranjeros, 45,6 millones en 2008, solo se recupera en parte. Queda un buen montante que ya no vuelve a la caja. En 2008 fueron 15,3 los millones que no se recuperaron.

El departamento autonómico destacó entonces que en el caso de los extranjeros solo se compensa el gasto efectuado por los ciudadanos con Tarjeta Sanitaria Europea, que son los procedentes de países de la UE. La devolución se gestiona a través del Fondo de Cohesión Europeo. Así las cosas, ¿cuál es el problema?

Sanidad insistió en que la cantidad reembolsada nunca se corresponde con el coste real de la prestación recibida por el paciente. En realidad, se compensa el precio estipulado para cada operación o actuación médica, pero no aquellos gastos que pueden acompañar a las mismas.

Así, el importe por el uso de una ambulancia, de una consulta médica para seguimiento del paciente o la administración de medicamentos durante la hospitalización; incluso el importe subvencionado de las recetas adquiridas en farmacias no se recupera. Es la misma situación a la que ayer volvió a referirse Manuel Cervera.

La directiva aprobada por la Eurocámara es más restrictiva que el plan original que planteó la Comisión. Aumenta el número de casos en los que se necesita autorización previa para ir a tratarse en el extranjero con el objetivo de limitar el ' turismo sanitario'.

Era lo que quería España, que logró un compromiso preliminar durante su presidencia de la UE en el primer semestre del pasado año. España consiguió la inclusión de requisitos más estrictos sobre el reembolso económico de los tratamientos, con vistas a evitar un excesivo impacto en sus cuentas, debido a los numerosos pensionistas afincados en su territorios o a la llegada masiva de los llamados «turistas sanitarios».

De esta forma, si un extranjero se va de viaje y pide asistencia médica deberá costearse todos aquellos servicias que la sanidad de su país no cubra.

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