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AENA organizó ayer un simulacro de accidente aéreo en el aeropuerto de Ibiza - Un autobús desarrolló las funciones de avión, que se salió de la pista cuando iba a despegar
La caracterización de los heridos fue muy real Juan A. Riera
Imágenes del simulacroLos efectivos de emergencias, casi todos los disponibles en la isla, se desplazaron hasta la cabecera de la pista para poner a salvo a los quince heridos en el siniestro, cuya actuación alcanzó grados de gran realismo.
IBIZA | RAÚL SÁNCHEZ DE VEGA Nueve fallecidos, tres heridos en estado crítico, seis muy graves, nueve leves y tres personas ilesas es el resultado del trágico accidente aéreo ocurrido ayer en el aeropuerto. Afortunadamente, se trató de un simulacro, ´Salinas 2010´, incluido en el Plan de Emergencias Aeronáuticas.
Todos los meses el personal de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) que trabaja en Ibiza efectúa un simulacro de nivel 0, cada semestre uno de nivel 1 y cada dos años uno de nivel 2, como el de ayer. El último de este tipo se realizó en 2008, según explicó antes del simulacro el director del aeropuerto, José Antonio Álvarez.
La alarma comenzó a sonar sobre las cuatro de la tarde: un avión turbohélice bimotor con 27 pasajeros y tres tripulantes a bordo se salió de la pista, por causas desconocidas. La cola se separó del fuselaje y los 300 kilos de combustible comenzaron a arder.
AENA activó la alerta de nivel 2. Poco a poco casi todos los medios de emergencias de la isla (helicóptero, ambulancias, bomberos, personal del aeropuerto, Guardia Civil, etc) se desplazaron hasta la cabecera 24, donde se produjo el accidente (enfrente de la carretera de ses Salines).
Del avión (en realidad era un autobús tipo jardinera, de los que se utilizan para trasladar a los pasajeros de la terminal a los aviones) comenzó a salir mucho humo. No se produjeron llamas por motivos medioambientales, según explicó la coordinadora del simulacro, la jefa de recursos humanos de AENA en Ibiza, María Carmen Ruiz.
Los bomberos fueron los primeros en llegar. Los médicos se encargaron de colocar pegatinas a los 27 pasajeros y a los tres tripulantes de la aeronave, que fueron sacados de entre los restos del fuselaje.
Los heridos fueron colocados debajo de banderas, según su gravedad, para ser evacuados en orden de preferencia. Los primeros en salir, los que estaban debajo de la bandera roja (críticos), luego los de la bandera amarilla (graves) y por último, los ´verdes´ (leves).
Nueves maniquíes
Nada se pudo hacer por los nueve fallecidos, representados por nueve maniquíes, que fueron ubicados debajo de banderas negras.
Varias personas llamaron ayer a Diario de Ibiza alarmadas por el sonido de las sirenas. Se trataba de las ambulancias, bomberos y demás efectivos de emergencias que se desplazaron hasta el lugar del suceso.
El simulacro se desarrolló bajo la atenta mirada de los técnicos de AENA, que tomaron buena nota del trabajo de los efectivos de emergencias.
Los actores, previamente maquillados como si efectivamente estuviesen heridos, se metieron de lleno en su papel, y se oyeron gritos de desesperación y lamentaciones por las heridas sufridas.
Dos niñas comenzaron a gritar cuando vieron el cuerpo sin vida (un maniquí) de un familiar tumbado en el suelo, al lado del avión. Varios psicólogos se encargaron de atender a los tripulantes que resultaron ilesos.
Mientras tanto, las ambulancias se iban llevando a los heridos y los helicópteros se preparaban para trasladar a los más graves a hospitales de Valencia y de Mallorca. Los bomberos sacaron la caja negra del avión, que en realidad es de color naranja, ya que así resulta más visible
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