«Inútiles, voy a pegar fuego a la ambulancia»

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Un vecino de Abornikano amenaza e insulta a los sanitarios que atendían a un amigo suyo en el polideportivo de Izarra

Al grito de «¡Voy a pegar fuego a la ambulancia!» fueron recibidos los trabajadores del Samu Álava que el miércoles por la noche acudieron hasta la localidad alavesa de Izarra. Una angustiosa bienvenida para los técnicos en emergencias sanitarias de la unidad de soporte vital de Murguia que acudían a realizar un servicio en apariencia inofensivo. En cambio, se encontraron con los insultos y amenazas proferidos por un vecino de Abornikano.

Los hechos comenzaron al filo de las diez de la noche. Poco antes, y según ha podido saber este periódico, un grupo de amigos de diversas juntas administrativas que pertenecen al municipio de Urkabustaiz disfrutaban de una velada, como tenían por costumbre, en la bolera del polideportivo de Izarra. Allí, por causas que se desconocen, uno de ellos sufrió un golpe en la cabeza y llegó a perder el conocimiento dos minutos. Alarmados, sus compañeros llamaron al 112, que desplazó una ambulancia para atender al herido, el cual se encontraba «ebrio y era reacio a ser atendido», según detallan desde el sindicato LAB, que ha denunciado esta agresión, igual que la Unión de Técnicos en Emergencias Sanitarias de Euskadi, Osalatek.

Una vez allí, y mientras los trabajadores del servicio sanitario intentaban ayudarle, otro hombre se acercó a ellos «profiriendo insultos como 'en cuanto pueda os pego un tiro' , 'os voy a poner una bomba en el culo', 'voy a pegar fuego a la ambulancia' o 'inútiles, incompetentes, borrachos, hijos de puta...'», desvelan desde la central sindical.

«Lo agarró de los pelos»

No contento con eso, el individuo -un vecino «de unos cincuenta o sesenta años» de la cercana Abornikano- se dirigió al otro sanitario de la ambulancia que se hallaba atendiendo al accidentado en el interior del vehículo. Tras abrir la puerta, «lo agarró por los pelos empujándole y luego abandonó el lugar en un vehículo».

Afortunadamente, el altercado no alcanzó mayores consecuencias, en buena medida gracias al resto de testigos allí reunidos. «Intentaron calmar los ánimos y todos coinciden en que, de no haber habido alcohol de por medio, no habría pasado nada», confirmó ayer a este periódico el alcalde de Urkabustaiz, Jesús Herrero, quien alabó el comportamiento de los sanitarios, «que fue en todo momento exquisito».

Éstos, con el susto aún en el cuerpo, solicitaron que una patrulla acudiera al lugar de los hechos, «y no apareció hasta más de veinte minutos después», critican desde LAB. Desde la Ertzaintza confirmaron que ya han identificado al autor de los hechos y le han abierto las diligencias pertinentes. Ante esta situación, el sindicato exige que la empresa y la administración tomen las medidas «oportunas» para que hechos así, «que se repiten con cierta asiduidad, no se vuelvan a repetir y se garantice la seguridad de los trabajadores».

Un colectivo convertido en blanco fácil para las agresiones verbales. Hace poco se supo que, en febrero, una técnico de emergencias y una enfermera soportaron comentarios de índole sexual al socorrer a un adolescente en Zabalgana. El hecho se colgó en 'Youtube'.