Una caja negra dentro de nuestro propio coche. Eso es lo que muchos conductores ya han comenzado a instalar en sus respectivos vehículos, una tecnología normalmente para aviones y grandes medios de transporte que ya utilizan los particulares, y es que son una valiosa prueba en el caso de sufrir un accidente y tener que depurarresponsabilidades en un juicio.
En países como EE.UU y Rusia se ha generalizado su uso. Así se evitan fraudes a las compañías de seguros en caso de accidente. Además, el simple hecho de llevarlo cumple una función preventiva.
Así, en España, han sido los transportistas los primeros en instalar estos dispositivos, sobre todo los que se dedican a las mercancías peligrosas. El precio por el que podremos llevar estos 'chivatos' digitales, unos 400 euros, un coste que se podría amortizar en breve.
"Muchas aseguradoras lo están utilizando para poder fijar la prima del seguro: si es un conductor más arriesgado, o menos arriesgado", asegura Mario Arnaldo, Presidente de la Asociación de Automovilistas Europeos.
Incluso es posible que en un futuro cercano todos los vehículos los lleven de serie. Así, de momento, suponen un extra para evitar el accidente, o al menos poder determinar las causas cuando ya ha ocurrido.
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