miércoles, 2 de febrero de 2011

El tiempo de espera para las ambulancias se dobla en Madrid


20minutos.es- Madris- España
Fachada del Hospital Gómez Ulla. (Jorge París)Ampliar Ha pasado de 20 a 40 minutos en tres meses.
Ahora deben hacer el traslado del alta hospitalaria.
La Policía se ha visto obligada a llevar a los pacientes.

Una llamada, dos llamadas, y la ambulancia sin aparecer. Ante las prisas, se utiliza un coche de la Policía local para trasladar al enfermo. Esta situación se ha venido dando en Parla los últimos meses debido al deficiente estado del transporte urgente de la Comunidad, una asistencia cuyo tiempo de espera se ha doblado: de 20 a 40 minutos de media, según denuncia CC OO.


Colectivos como la Asociación General de Consumidores (Asgeco) o el Defensor del Paciente han contabilizado desde julio cientos de reclamaciones de ciudadanos hartos de esperar por la ambulancia: "Hay casos de personas que han aguardado hasta cinco horas", afirma un portavoz de Asgeco. El Defensor del Paciente habla de 71 fallecidos debido a la demora de un vehículo de Urgencias.

El Defensor del Paciente habla de 71 fallecidos debido a la demora de un vehículo de Urgencias La mayor parte de estas quejas se produjeron durante los meses de verano, cuando la región se quedó con un 40% menos de ambulancias debido a la finalización del convenio entre la empresa adjudicataria, Isolux-Corsan, y la Consejería de Sanidad. Isolux no quiso renovar el contrato porque no le resultaba rentable, debido a lo cual durante estas fechas prestó servicio con sólo 40 de sus 85 vehículos, lo que afectó principalmente a municipios como Parla, cuyo Ayuntamiento denunció casos como los anteriormente mencionados.

Todo parecía que iba a arreglarse con la adjudicación del contrato a una nueva empresa, Ferrovial-Eurolimp, que el 1 de diciembre puso a disposición de la Comunidad una flota de ambulancias mayor que la de Isolux: 92 vehículos para Urgencias que se unían a las 26 UVI móviles del Summa 112 (aunque estas últimas sólo se utilizan para casos puntuales). Sin embargo, en Parla los policías sigue haciendo las veces de ambulancias, "pero no en casos tan graves como los del verano", puntualiza un portavoz del Consistorio.

La razón: ahora los vehículos de Urgencias se ven obligados a realizar transportes de alta hospitalaria. Es decir, han de trasladar al paciente de vuelta a su domicilio, "lo que provoca que durante estos trayectos haya menos ambulancias para realizar un aviso, aumentando así el tiempo de espera", según afirma Alejandra Sobrino, portavoz de CC OO. Para ilustrar, un ejemplo: "Hace unas semanas, un conductor de ambulancias fue mandado a realizar un servicio en Alcorcón, pero en esos momentos estaba dejando a un paciente... en Soto del Real", relata a 20 minutos.

Ferrovial se comprometió al firmar su convenio que, en casos de emergencia, una ambulancia no superaría los 45 minutos de respuesta. El truco está en que la empresa habla de "tiempos de respuesta", no de tiempos de espera, y cuenta sólo los minutos que pasan desde que se comunica a la ambulancia el traslado, no desde que se hace la llamada.

"No hay reclamaciones"
"Es todo rigurosamente falso", es la respuesta que da un portavoz del Summa 112 al ser preguntado por este periódico sobre las reclamaciones y el aumento de los tiempos de espera en el servicio de transporte urgente: "No se ha recibido ningún tipo de comunicación o queja sobre este asunto, ni en el Summa ni en la Consejería de Sanidad. Lo que sí que es cierto es que el Summa mantiene un índice de reclamaciones del 0,049 para la globalidad de sus asistencias".

"Tardaron siete horas en venir a por mí"
Hace un par de semanas, después de haber pasado 45 días ingresado en la Fundación Jiménez Díaz, Juan Trías, jubilado de 79 años, se encontró con una desagradable sorpresa. La ambulancia que tenía que ir a recogerlo no aparecía. "Tardaron más de siete horas en venir a por mí", afirma. "Mi padre acababa de salir del hospital por una neumonía y un trombo al corazón y no estaba para esperar tantas horas bajo el frío», protesta su hijo. Al cabo de unos días tenía pendiente que una ambulancia de servicio programado fuera a buscarlo para la revisión.

"Esa vez tardaron tres horas", asegura. Después, y tras varias quejas, el Gobierno regional le puso un taxi, una solución utilizada otras veces para el transporte programado y que el año pasado costó un millón de euros a los madrileños. "Lo más desastroso es que ahora de vez en cuando viene alguna ambulancia preguntando por él. Pero nosotros ya no esperamos", afirma su hijo.

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