lunes, 27 de diciembre de 2010

Un sistema permite controlar a pacientes con desfibrilador a través de internet


laopiniondezamora.es- ESPAÑA
El modelo, que lidera Castilla y León, permite avanzar en la seguridad y calidad de la asistencia, tener controlado constantemente al paciente y evitarle desplazamientos innecesarios

Jerónimo Rubio, cardiólogo, especialista en electrofisiología y responsable de la sección de arritmias y estimulación del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, muestra un dispositivo de televigilancia para el control de ritmo cardíaco Jerónimo Rubio, cardiólogo, muestra un dispositivo de televigilancia para el control de ritmo cardíaco

ICAL Castilla y León lidera en estos momentos un sistema para controlar a distancia a través de internet a pacientes a los se haya implantando un desfibrilador, aparato destinado a evitar muertes súbitas y tratar arritmias. Aunque el proyecto se inició hace seis años de manera experimental en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, al mismo tiempo que en otro centro de Valencia, desde hace cuatro años se ha convertido en una práctica habitual en el centro vallisoletano, uno de los pocos que cuenta con un modelo de televigilancia de estas características, según explicó a Ical el cardiólogo Jerónimo Rubio.

Este especialista en electrofisiología, responsable del proyecto y de la sección de arritmias y estimulación del Servicio de Cardiología del Hospital, indica que el dispositivo de televigilancia, entre otras ventajas, refuerza el control del paciente, al tiempo que le evita desplazamientos, teniendo en cuenta que la persona que lleva puesto un desfibrilador debe someterse a una revisión cada tres o seis meses. "Lo que pretendemos es reducir los desplazamientos innecesarios para el paciente, ya que vivimos en una Comunidad muy dispersa. Además, desde el punto de vista de gestión, también ahorramos estos viajes al sistema sanitario, algo que no deja de ser importante en tiempos de crisis".

El dispositivo es un pequeño aparato que el paciente tiene en su casa. Transmite la información que arroja el desfibrilador y se conecta a la red por un sistema wireless para enviar los datos al terminal del hospital. Ofrece mayores garantías y permite avanzar en la seguridad del paciente. Así, por ejemplo, si el desfibrilador da algún error el sistema lo detecta de manera inmediata, mientras que por el método habitual el especialista lo vería en "cinco, cuatro, en tres meses, en la siguiente consulta", añade Rubio, quien recuerda que estos desfibriladores vigilan constantemente el corazón y, en el caso de que detecte una arritmia, dan un choque eléctrico que la quita. "No previene la aparición, pero la trata".

Hasta la fecha, en el proyecto han participado 300 pacientes del conjunto de Castilla y León, "cuyo nivel de satisfacción es muy elevado". "Están encantados. Sólo ha habido dos que han pedidos salir del proyecto. Además, ante cualquier situación ganamos mucho en tiempo", ya que con una llamada de teléfono Rubio puede pedir al paciente que modifique la medicación, por ejemplo, para evitar una situación crítica.

Prevención del ictus
Desde que el Servicio de Cardiología utiliza el sistema, sus profesionales se han dado cuenta de que hay muchas arritmias que necesitan un tratamiento especial y, en particular, algunas que de no tratarlas con anticoagulantes podrían producir un accidente cerebrovascular. "Nos estamos dando cuenta de que existen y las estamos tratando de manera precoz. Aunque no está estudiado, sabemos que estamos previniendo también ictus, lo que es muy importante para la seguridad del paciente".

A ello se suma que muchos de estos aparatos llevan incorporada una serie de sistemas que son capaces de predecir cuándo se está descompensando el paciente, desde el punto de vista de insuficiencia cardiaca. "Si viésemos que le está ocurriendo esto, no tendríamos que esperar a que ingresara en el hospital con insuficiencia, podríamos tratarle antes. De hecho, con algunos pacientes lo hemos hecho ajustando la medicación por teléfono".

Rubio traduce estos avances en que se gana en calidad de vida, ya que la tasa de mortalidad en un ingreso por insuficiencia cardiaca es alta y afecta de manera importante al paciente, que siempre saldrá con nuevas lesiones. Además, precisa que hay estudios meta-análisis que indican que estos sistemas disminuyen los ingresos y la mortalidad, "incluso cuando se compara con algo tan costoso como sería hacer visitas a domicilio de personal especializado, con una frecuencia de hasta dos veces por semana".

Contacto con el paciente
El cardiólogo Jerónimo Rubio ha hecho de este proyecto una cruzada personal, pues muchas veces acaba realizando los seguimientos fuera de su horario de trabajo y desde casa. "Creo en ello", asegura, para añadir que el hecho de evitar visitas presenciales al paciente, no resta que la relación con éste sea permanente. "Hay que mantener el contacto telefónico, enviarle informes cada tiempo que le sirvan a su médico y para que sepa que le estás revisando. También, es importante avisarle cuando haya recibido un choque, comentárselo para que esté tranquilo. Esto es necesario para que el paciente perciba la calidad en la asistencia".

A juicio de Rubio, la telemedicina es "el ya". "Es un paso más, muy importante. Hoy el sistema sanitario está formado por tres estamentos -atención primaria, los especialistas y los ´superespecialistas´-. Cada uno vamos por nuestra cuenta, y la telemedicina nos va obligar a estar juntos y nos va a enseñar a compartir al paciente", concluye Jerónimo Rubio.

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