viernes, 18 de junio de 2010

[NOTICIA] Un herido real y 14 ficticios en el callejón


I.R. PAMPLONA, 18/06/2010
El médico Kiko Betelu destaca que con el sistema on line se gana inmediatez en la información que transmite el médico que está en el vallado
Un corredor del encierro simulado para el congreso de emergencias fue atendido de una brecha
Los equipos sanitarios comienzan a intervenir tras producirse el montón en la bajada al callejón de la plaza de toros.

Noventa y cinco corredores y una docena de pastores participaron ayer en un simulacro de un montón del encierro organizado dentro del Congreso Nacional de Medicina de Urgencias que se celebra en Pamplona. La prueba se saldó con uno de los corredores voluntarios atendido por una brecha en la cabeza producida por una caída contra el vallado.

El "resultado" del simulacro, 14 heridos, cuatro de ellos de extrema gravedad, trasladados a los hospitales y la puesta en escena de un nuevo sistema de comunicaciones on line, ideado por la UPNA y Cruz Roja para trasmitir información on line por ipod.


La carrera apenas duró un minuto. El suficiente para mostrar a los mil congresistas que asistieron al simulacro cómo funciona la atención sanitaria en los encierros.

La puesta en escena comenzó a las seis de la tarde. Los operarios empezaron a colocar el vallado del encierro entre la calle Estafeta (desde Tejería) hasta la plaza de toros. El tráfico de la cuesta del Labrit y Cortes de Navarra se cortó minutos después y media hora más tarde todo el vallado estaba lleno de gente esperando el "primer encierro del año". A las siete de la tarde, la Policía Municipal desalojó el recorrido. Las persianas de los establecimientos comerciales del último tramo de la calle Estafeta estaban cerradas. En unas gradas, instaladas a ambos lados del callejón, los congresistas esperaban el comienzo del simulacro mientras por las dos pantallas gigantes se proyectaban imágenes de encierros pasados. Todo estaba preparado y los corredores voluntarios, vestidos de pamplonica, esperaban para saltar al recorrido. La mayoría de ellos eran bomberos, policías forales y policías municipales.

A las siete y media, una docena de pastores seguidos de tres cabestros y cuatro toros no bravos irrumpían en el recorrido. Los toros fueron mansos, lentos, hasta Estafeta y aguardaron en la calle Tejería, donde se había instalado un portón de metal, hasta que comenzó el encierro diez minutos más tarde. Las varas y los gritos de los pastores consiguieron que los animales corrieran detrás de los mozos. Los que iban a resultar heridos graves iban marcados con un número y tenían maquilladas sus heridas.

Un minuto después de comenzar la carrera, los toros entraban en la plaza y los corredores comenzaron a simular el montón en el callejón. Los congresistas no perdían detalle y no dejaban de mirar a las pantallas gigantes que retransmitían en directo la atención sanitaria. El montón movilizó en total a 50 sanitarios y nueve ambulancias. A las ocho y media de la tarde, el simulacro se dio por concluido. Los operarios desmontaron el vallado y algunos congresistas aprovechaban para hacerse fotos en el interior de la plaza y en el recorrido del encierro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario